¿De donde proceden los elementos existentes de forma natural?.
Podríamos imaginar una creación separada de cada especie atómica, pero el universo en su totalidad y en casi todas partes, está formado por un 99 % de hidrogeno y helio, los dos elementos más simples.

El átomo es la mínima cantidad de materia de un elemento químico.
El de hidrogeno está formado básicamente por un núcleo central, en donde se encuentran los protones y los neutrones, con un electrón girando a su alrededor de dicho núcleo.






El átomo de helio está compuesto del núcleo y dos electrones girando a su alrededor.
Cada átomo de todos los demás elementos están compuesto por el núcleo y un distinto número de electrones girando a su alrededor.






La diferencia entre los elementos químicos que se encuentran en la naturaleza no es más que el número de electrones que giran en sus átomos alrededor del núcleo.
En un principio, toda la materia del universo estaba compuesta de su elemento más simple, el hidrogeno.
¿Cómo evolucionaron todos los demás elementos?.
Para equilibrar la repulsión eléctrica hay que aproximar mucho las piezas del material nuclear de modo que entren en acción las fuerzas nucleares de corto alcance.
Esto solo puede suceder a temperaturas muy altas, cuando las partículas se mueven a tanta velocidad que la fuerza repulsiva no tiene tiempo de actuar.
Temperaturas de decenas de millones de grados.
En la naturaleza estas temperaturas tan elevadas y sus correspondientes presiones solo se dan de modo corriente en los interiores de las estrellas.

Cuando se produjo la explosión inicial que dio lugar al universo, la aproximación de la materia por la gravedad da lugar a la creación de las estrellas, que a su vez se reúnen en galaxias.
La colisión de los átomos en el interior de las estrellas y la presión a la que están sometidos calienta hasta tal punto el hidrogeno que este empieza a fundirse, dando lugar a un nuevo elemento: cuatro núcleos de hidrogeno se combinan y forman un átomo de helio, con la emisión simultanea de un fotón de rayos gamma que finalmente generará los rayos de luz visibles y estos son radiados al espacio.
La estrella empieza de esta forma a funcionar y el peso de las capas exteriores de la estrella que tienden a colapsarla hacia su interior, está compensado por las temperaturas y presiones generadas en las reacciones nucleares de su interior.

Estas reacciones nucleares son las que proporcionan energía a las estrellas, las cuales convierten, si son aproximadamente del tamaño de nuestro Sol, unos cuatrocientos millones de toneladas de hidrogeno en helio cada segundo.
Pero la fusión del hidrogeno no puede continuar indefinidamente. Todas las estrellas tienen una cantidad limitada de hidrogeno.
Cuando todo el hidrogeno de la estrella se haya convertido en helio la fusión de este terminará. Los núcleos de helio quedarán apretados más densamente todavía, llegando incluso a pegarse los unos a los otros. Esta ceniza nuclear se convertirá en combustible y se disparará de nuevo una segunda ronda de reacciones de fusión.
Durante este proceso, los átomos continuarán haciendo saltar sus elementos de unos a otros y en el interior de esas estrellas se comenzarán a formar todos los demás elementos que conocemos: carbono, oxigeno, hierro, y todos los demás.






Pasado el tiempo, todo el helio terminará consumiéndose, la estrella terminará su vida y toda la materia que se ha formado en su interior, terminará dispersándose por el espacio interestelar.
Toda esta materia liberada por las primeras estrellas hace miles de millones de años dio lugar a la formación de nuevas estrellas de segunda y tercera generación, entre las que se encuentra nuestro Sol y su sistema planetario.
Es estos sistemas, ya existen esos materiales creados hace miles de millones de años en estrellas distantes a muchos años luz, y con ellos se forman estas nuevas estrellas y planetas.
En algunos, como es el caso de la Tierra, esas formas de materia han evolucionado hacia seres vivos y esa evolución ha llegado hasta nosotros, donde la propia materia, ha tomado consciencia de si misma.

El origen y la evolución de la vida están relacionados del modo más intimo con el origen y la evolución de las estrellas.
En primer lugar, la materia misma con la que estamos compuestos, los átomos que hacen posible la vida fueron generados hace mucho tiempo y muy lejos en otras estrellas.
Estamos formados por trozos de estrellas. Somos sus hijos ...







TÚ, QUE AHORA ESTÁS LEYENDO ESTAS LÍNEAS, HACE MILES DE AÑOS, FORMABAS PARTE DE ALGUNA LEJANA ESTRELLA QUE YA NO EXISTE, PERO QUE CREÓ LAS PARTES DE LAS QUE AHORA ESTÁS COMPUESTO.
ERES LA REENCARNACIÓN DE LA MISMA.
ERES UNA ESTRELLA QUE TOMÓ CONSCIENCIA DE SI MISMA.
CUANDO MIRAS AL CIELO, SIENTES LA LLAMADA DE TU PASADO.







SOMOS HIJOS DEL COSMOS EN EL SENTIDO
MÁS PROFUNDO DE LA PALABRA.

(Ideas tomadas de la obra: COSMOS, de Carl Sagan)